EVENTOS Y PROCESOS HUMANOS Y PLANETARIOS HACIA "UN NUEVO AMANECER"

EVENTOS Y PROCESOS HUMANOS Y PLANETARIOS HACIA "UN NUEVO AMANECER"
EVENTOS Y PROCESOS HUMANOS, PLANETARIOS Y CÓSMICOS HACIA "UN NUEVO AMANECER"

lunes, 18 de julio de 2016

11- Plan de Anuncio Profético para la recuperación de “lo salvable”


         El Plan de Anuncio Profético dirigido hacia la Humanidad en todas las épocas a través de los “profetas” de la antigüedad y los “contactados” de hoy es un plan proyectado desde el Sol Central Planetario, es decir, desde el Logos solar planetario que palpita espiritualmente desde el centro de la Tierra. La expresión del Logos es visible en el florecimiento de la vida de todas las especies, pero la Humanidad necesita de un tratamiento diferente y preferencial dentro del Esquema Terrestre.
         El Plan de Anuncio Profético obedece a este tratamiento especial dirigido al cuarto reino de la naturaleza, el reino humano. Es desde el 5° reino planetario (el reino espiritual) hacia el 4° reino (la humanidad) la dirección del “vertedero profético” compuesto de anuncios sobre el futuro de la Humanidad y del Planeta. Este “plan de anuncios” ha fluido y sigue fluyendo como un ‘Manantial de Vida’ sobre el cauce de una Humanidad aún “dormida” en su mayor parte. Los “mensajes anunciadores de eventos” no tienen como finalidad irrumpir en la tranquila vida de los humanos desestabilizando sus habituales esquemas y costumbres, como algunos malinterpretan… No es el objetivo de los ‘anuncios proféticos’ crear caos, miedo y confusión, sino crear “un signo de interrogante” que manifieste el fruto del autoanálisis profundo en el ser humano.
Quienes viven (o más bien “duermen”…) en la mecanicidad irreflexiva de lo inmediato, de los deseos, placeres, sueños y metas egocéntricas, insensibilizados en cuanto a su alrededor ocurre…, y en el acostumbramiento de la vida material y sensoria sin cuestionarse nada, son llamados por nosotros “durmientes”.

El hombre debe tomar consciencia de su ubicación como alma dentro del escenario evolutivo de un Planeta que tiene sus propios ciclos de vida, y que no esperará para siempre el tranquilo despertar de ‘los dormidos’.

En los auténticos anuncios proféticos se resalta siempre la idea de que “algo superior” y mayor al mismo ser humano, ‘Algo’ que tiene sus propios esquemas, ciclos y propósitos, dirige el orden de los grandes acontecimientos y épocas. El ser humano tiene la oportunidad de elegir qué hacer y qué no hacer, qué desarrollar y qué no… durante un ciclo planetario, pero lo que no puede hacer es dirigir el ritmo de estos ciclos mayores, sino que, por el contrario, el hombre viene a la existencia, tiene su ser y se desarrolla (o no…) dentro de estos grandes ciclos. Cuando un ciclo planetario está llegando a su fin, comienza ‘la reabsorción’ de las energías que manifestaron la vida de tal ciclo, para que, al final de la reabsorción, tenga lugar, después de un ciclo de descanso, el nacimiento de un nuevo ciclo.
Los anuncios proféticos rara vez señalan con claridad a qué tipo de ciclo se está haciendo referencia al hablar de “eventos futuros”, porque se deja esto al estudio, interpretación e intuición de los estudiantes. Hay que tener en cuenta, al estudiar las profecías, que existen ciclos raciales, de rondas, de períodos catenarios, etc. En un ciclo racial, por ejemplo, existen 7 ciclos menores de 7 subrazas, que se van entremezclando durante la época racial raíz; y también existen ciclos de maduración psicológica dentro de una raza.  Hay que considerar que cada raza ofrece un diferente grado de posibilidad de desarrollo y maduración de los Egos reencarnantes. Además de los ciclos o eras raciales existen ciclos mundiales en cada uno de los cuales nacen, se desarrollan y consuman las razas madres, una tras otra, siendo cada uno de tales ciclos una “ronda” evolutiva. Existen ciclos compuestos por “7 rondas” mundiales, etc. También existen los ciclos evolutivos del sistema solar, dentro del cual tienen sus correspondientes evoluciones los diferentes planetas, cada uno ubicado en una especial posición dentro del esquema evolutivo. El proceso de evolución del sistema solar afecta a cada esquema evolutivo planetario dentro de Su Cuerpo de Manifestación. Finalmente existen esquemas evolutivos propios de la galaxia dentro de la cual está el sistema solar al cual pertenece la Tierra junto a miles de millones de estrellas y planetas más; y existen los ciclos referidos al Universo Local, dentro del cual está la Vía Láctea junto a miles de galaxias más, (grupos y cúmulos de galaxias dentro del Esquema Universal Local)…
Por lo tanto es, evidentemente, imposible hablar con exactitud cierta sobre las causas de los acontecimientos que aparecen en forma de “PROFECÍAS” debido a que, al estar un ciclo dentro de otro, las causas de los eventos son múltiples, porque cada ciclo mayor afecta a los ciclos menores que contiene, y así sucesivamente, hasta llegar al planeta Tierra y a la raza humana actual. Pero sin embargo, aquellas Inteligencias que sí ven con claridad los ciclos de vida interpenetrándose en una interminable cadena de causas y efectos, pueden dar señales de “revelación profética” acerca de ciertas manifestaciones que están en precipitación o por precipitarse, debido a que estas Inteligencias Maestras conocen los ciclos cósmicos mayores y menores y su coyuntura e interrelación.
De acuerdo a toda esta comprensión el pensamiento popular que dice: “es hombre es quien siembra su destino”, sería cierto pero solo en parte, ya que, como hemos visto, el ser humano está sujeto a un sinnúmero de esquemas de vida superiores a sí mismo, con corrientes de energías que no conoce ni maneja. No obstante, cierto es que todo ser humano tiene la posibilidad, dentro del tiempo que el ciclo en el cual vive le permite, de sembrar y cosechar un destino, un carácter, un porvenir, etc.
El hombre tiene, dentro de los esquemas que ofrecen los ciclos raciales para el desarrollo evolutivo de las reencarnantes almas, la posibilidad de crear y progresar dentro de ciertos límites fijados por las circunstancias evolutivas; pero existe también el riesgo de que cierta cantidad de almas se pierda en los laberintos del materialismo sin aprovechar el tiempo que el ciclo ofrece para el desarrollo de la conciencia. Esto, el aprovechamiento mayor, menor o nulo de un ciclo de vida racial para el progreso del alma o conciencia, irá acorde a la madurez de cada alma, pero las oportunidades para el “despertar” y el consecuente “progreso” deben ser nutridas por el Reino Espiritual, y el ‘Plan de Anuncio Profético’ es una de las maneras de “sacudir” a ‘los durmientes’, ya que muchos no ven dónde ni cómo viven realmente al no tener un punto de apoyo que ofrezca una perspectiva distinta de la vida.

Las profecías verdaderas señalan la verdad de que “todo es cambio”, que nada en la materia permanece por siempre, que la vida tiene un Propósito que excede a los planes personalistas inmediatos, y que el foco debe ser puesto en cuestionarse, reflexionar y descubrir cada día más y mejor el sentido de lo que es denominado “VIDA”.

Hemos dicho que uno de los objetivos de los anuncios proféticos es ‘sacudir a los durmientes’. Llamamos “durmientes” a los que ven la vida solo como materia, deseo, goces pasajeros y ambiciones egocéntricas; pero existen diferentes tipos de ‘durmientes’: ‘los recuperables’ y ‘los irrecuperables’.

El anuncio profético tiene el objetivo de producir este hondo replanteo en la conciencia de los ‘durmientes recuperables’, porque un gran ciclo racial está llegando a su fin y esto está produciendo los eventos purificadores de “reabsorción” propios del fin de los ciclos.

Por lo tanto, “dar a conocer” las revelaciones proféticas no es dar de temer, sino que es una dádiva para crear consciencia, lo cual fortalece al Hombre rectificando su Sendero.

En Luz y Paz:
SOL VIVIENTE




1 comentario:

  1. Gracias, gracias. Sí, estas revelaciones no son signos para cultivar el miedo, sino avisos preventivos hacia toda la humanidad sobre los acontecimientos relacionados con el fin de esta era y que se intensifican en todos los espacios del planeta hasta su punto final, para que se inicie una nueva historia, un nuevo ciclo de existencia. Quien tenga ojos,vea; quien tenga oídos,escuche.

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